Discípulas de Jesús Buen Pastor

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Discípulas de Jesús Buen Pastor

Etapas de formación

La formación abarca no solo a toda la persona sino toda la vida de la persona. Por tanto, el itinerario de formación abarcará toda nuestra vida, distinguiendo dos grandes etapas: la formación inicial y la formación permanente. 

Nuestro objetivo es encarnar paulatinamente en un ambiente de vida fraterna, oración, reflexión, estudio, trabajo, apostolado y ascesis, los rasgos de Jesús Buen Pastor, para ser sus discípulas viviendo en pobreza, castidad y obediencia; amando, sirviendo, evangelizando a ejemplo suyo, en orden a la edificación del Reino de Dios.

Aspirantado.

El inicio del proceso supone una etapa previa de formación vocacional, acompañamiento y discernimiento que proporcionan a la joven los elementos suficientes para poder optar e iniciar su proceso formativo dentro del Instituto.

Postulantado.

Es la etapa inicial  del proceso formativo dentro del instituto ; su duración  ordinaria es de un año, durante el cual la joven se iniciara en la vivencia  comunitaria y adquirir  la suficiente madurez  humana, cristiana y vocacional, para poder ingresar al noviciado  el objetivo de esta etapa  es que la joven acreciente  su madurez humana , fortalezca su experiencia cristiana y esclarezca su inquietud vocacional. 

Noviciado

Etapa fundamental en la que la joven adquiere los rasgos que la identificarán como Discípula de Jesús Buen Pastor. En un ambiente de oración, silencio, reflexión, penitencia, servicio y vida fraterna, la novicia profundiza, asume el carisma y la espiritualidad propios del Instituto y se ejercita en los votos de obediencia, castidad y pobreza, para ser capaz de optar consciente y libremente por la vida religiosa mediante la profesión de votos.

Juniorado

Etapa fundamental en la que la joven adquiere los rasgos que la identificarán como Discípula de Jesús Buen Pastor. En un ambiente de oración, silencio, reflexión, penitencia, servicio y vida fraterna, la novicia profundiza, asume el carisma y la espiritualidad propios del Instituto y se ejercita en los votos de obediencia, castidad y pobreza, para ser capaz de optar consciente y libremente por la vida religiosa mediante la profesión de votos.

Hermanas de Votos Perpetuos

Es el culmen de la formación inicial. Por ella la hermana queda desposada definitivamente con Cristo y consagrada por el Espíritu Santo para ser, de por vida, Discípula de Jesús Buen Pastor en este Instituto Religioso. La formación permanente es una exigencia intrínseca de la consagración religiosa, por ello las hermanas continúan diligentemente su formación integral durante toda su vida.

Somos Discípulas amadas y llamadas para hacer presente el llamado a quienes Él ama.
¡Siente el llamado de Jesús que te invita a ser su Discípula!
para AMAR, SERVIR, EVANGELIZAR.